La Agencia espacial norcoreana, oficialmente Administración Nacional de Desarrollo Aeroespacial ( conocida como NADA por sus siglas en inglés), es la encargada de realizar ensayos y lanzamientos aeroespaciales en la RPDC. Aunque es una agencia relativamente joven (creada en el año 2013 desde el comité coreano de tecnología espacial del año 1980), ha realizado ciertos lanzamientos nada despreciables.
En el año 2009, Corea del Norte ratificó la Ley de Desarrollo del Espacio, desde el Tratado Internacional de Principios y Actividades de Estados en Exploración Espacial, también conocido como el “Tratado del Espacio”. El tratado y la ley impiden la militarización espacial teniendo como principios el desarrollo pacífico de la investigación y la seguridad espacial, con objetivos científicos y técnicos. Bajo estos principios la RPDC siempre ha actuado.
La agencia Aeroespacial ha desarrollado y puesto en órbita satélites de observación terrestre y de comunicaciones. Pero en ningún caso ha sido la encargada de ensayos balísticos con fines bélicos o de defensa.
Seis han sido los lanzamientos realizados por la NADA. Todos de órbita terrestre baja (menos de 1000 km de altitud) y desarrollados con los Cohetes Unha (Galaxia en coreano). De estos lanzamientos, dos fueron satélites de comunicaciones experimentales (Paektusan y el Kwang-2), mientras que tres de ellos fueron satélites de observación terrestre dedicados a la predicción meteorológica, la estimación de campos de cultivo y la evaluación de la cobertura forestal (Kwang-3, 3.2 y 4).
Todos los lanzamientos fueron condenados por EE.UU., Japón, Corea del Sur o Australia. Incluso China y Rusia llamaron a deponer los lanzamientos para calmar las tensiones. Durante el lanzamiento del Kwang-2, la fuerza aérea japonesa amenazó con derribar el cohete norcoreano, a lo que la RPDC contestó que “se consideraría un acto de guerra”. El consejo de seguridad de la ONU expresó, también, que los lanzamientos violaban la resolución 1798 sobre las pruebas balísticas de Corea del Norte.
Sin embargo, los tratados internacionales suscritos por la RPDC protegerian sus acciones si eran sin fines bélicos. Todas las naciones adheridas a los convenios y leyes aeronáuticas tendrían el derecho a desarrollar su programa espacial sin ser tildadas de “peligro para la seguridad”. El pretexto del “desarrollo balístico” encubierto tras el desarrollo aeronáutico ha sido ampliamente refutado por expertos aeronáuticos.
Según el Director del Missile Defender Agency de los Estados Unidos, claramente Corea del Norte no estaba desarrollando misiles intercontinentales. Pedro Duque, ex-ministro español de ciencia y tecnología, también refutó esta teoría al explicar las diferencias entre un misil balístico y un cohete espacial, por su lanzamiento y fases propulsoras.
En varias entrevistas con medios internacionales, el director científico de la NADA, Hyon Kwangil expresó la voluntad de la RPDC de realizar misiones en otros planetas. De hecho, algunos módulos y robots lunares han sido ya diseñados sobre el papel y se planea una misión de prospección geológica en la luna. En el año 2016 comentó, también, que el lanzamiento del satélite Kwang -5 (el cual sería geoestacionario), se realizaría antes del año 2020, aunque la pandemia del COVID-19 lo ha retrasado hasta una fecha indeterminada.
En lo que sí tiene determinación la RPDC es en seguir realizando lanzamientos sin fines bélicos, pues está resguardada por las Leyes internacionales y el Convenio de Objetos Espaciales, al igual que cualquier otro país que desarrolla su carrera espacial.