Mientras que en gran parte del mundo el invierno es una época que muchos desean, en la RPD de Corea ocurre todo lo contrario: nadie desea que llegue. La razón son las terribles temperaturas a las que se enfrenta el país, que es uno de los más fríos del mundo.
Para hacernos una idea de las temperaturas en Corea está bien recordar que en 1933, en plena invasión japonesa, en la provincia de Chagang se dio la temperatura más baja conocida de –43,6 °C. Este dato, lejos de ser ocasional, es la cruda normalidad a la que se enfrentan los coreanos cada año en invierno. A principios del año 2021 los ciudadanos de la ciudad de Samjiyon han sufrido una temperatura media de -30°C.
El frío además no viene solo, siempre está acompañado de terribles heladas que congelan todos los ríos y lagos del país. Este fenómeno es famoso principalmente por las imágenes del río Taedong de Pyongyang completamente congelado, donde sus habitantes pasean y juegan como una superficie más. Lo mismo ocurre con la nieve, un acompañante que se suele quedar todos los meses que dura el invierno. No hay año que no falte.
Por suerte todos los ciudadanos cuentan con sistemas de calefacción de forma totalmente gratuita. La RPD de Corea sabe de primera mano que no puede hacer otra cosa que no sea darle una vida digna al pueblo, es por ello que una gran parte de la economía del país va destinada a paliar los efectos de la temporada de invierno. Esto se ve en todas los pueblos y ciudades del país, cuando estando todo nevado aparece un “ejército” de quitanieves que despeja toda la nieve lo más rápido posible en todos los caminos. O también, en todos los puestos de comida callejera (y muy caliente) que se encuentran en cada esquina.
En los últimos años, además, ha comenzado un ambicioso proyecto de invernaderos, con el que Corea está aumentando la producción agrícola, totalmente paralizada en el pasado durante los meses de invierno. Junto a estos invernaderos está produciéndose una gran inversión científica, principalmente en el desarrollo de una agricultura que tenga una mayor resistencia a las bajas temperaturas. En los próximos años tendremos noticias muy positivas, ya que estos laboratorios han anunciado avances significativos en productos como el tomate.
Y ya que tienen que hacer frente a estas inclemencias climatológicas, Corea también está levantando instalaciones para disfrutar del invierno. En los últimos años se han construido una gran cantidad de balnearios y pistas de patinaje sobre hielo al aire libre, de las que disfrutan los coreanos cada día (siempre están llenas). Otra construcción que destaca es la gigantesca pista de esquí de Masikryong, situada a 20 km de la ciudad de Wonsan y que ocupa 2.430 kilómetros cuadrados de instalaciones.
La RPD de Corea quiere el mayor beneficio para el pueblo y no va a parar nunca hasta conseguir este objetivo. Las dificultades son muchas, porque no solo están las que la propia naturaleza da, sino también las exteriores. Recordemos que Corea sufre unas sanciones económicas inhumanas (entre ellas se prohíbe la importación de alimentos, de materiales textiles y de combustibles que podrían ser usados para calefacción, etc) que impiden un desarrollo más avanzado. A pesar de esto, Corea nunca se rinde y no solo está venciendo a este problema exterior, sino también al de la naturaleza.