La República Popular Democrática de Corea se ha caracterizado por, a diferencia de sus vecinos del sur, iniciar una fuerte campaña para el desarrollo del sector de las energías renovables, para así, lograr la autosuficiencia energética. En noviembre de 2019 el diario norcoreano Rodong Sinmun destacó los esfuerzos que se estaban realizando para poder generar energía de forma limpia.

Paneles solares instalados en viviendas de nueva construcción

En el año 2013 la RPDC promulgó una nueva ley con la que se busca fomentar el uso de energías renovables tales como la energía solar o la hidroeléctrica. Bajo estas nuevas directrices la Academia Estatal de Ciencias (AEC) creó en el año 2014 el Instituto de Investigación de Energía Natural. Este instituto, junto con la AEC, son los responsables directos de estos grandes avances que se han producido en estos últimos años. Hay que destacar que gracias a estos adelantos tecnológicos se ha logrado prescindir del petróleo en gran medida y están dejando atrás, poco a poco, el uso del carbón. No obstante, se ha usado el carbón con otros fines aparte del de proveer energía a la población o el de usarlo en vehículos motorizados, de hecho han sido capaces de crear un tejido a base de carbón llamado vinalón.

Es muy común ver en edificios públicos, bloques de viviendas o incluso en edificios militares placas fotovoltaicas que suministran energía a la población. Actualmente el metro de Pyongyang funciona completamente con energía proveniente de estas placas solares, además se está implementando el uso y la circulación de autobuses de línea plenamente eléctricos así como el uso de ferrys alimentados con energía solar gracias a las placas adosadas a lo largo de la cubierta. Actualmente la Universidad de Arquitectura de Pyongyang ha desarrollado un colector solar híbrido fotovoltaico-térmico (tecnología PVT). En otras palabras, la RPDC podrá conseguir a través de colectores solares electricidad y calor al mismo tiempo.

Paneles solares a la venta en una tienda de tecnología

En diciembre de 2015 el entonces ministro de Relaciones Exteriores norcoreano, Ri Su Yong, dijo a los delegados del Acuerdo de París que “Corea había declarado la guerra a la deforestación” y que “el país tenía como objetivo reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero un 37,4% en comparación a los niveles de 1990”. Cabe señalar que la RPDC es uno de los pocos países del planeta que cumple a rajatabla con los Protocolos de Kyoto. En el Acuerdo de París que se celebró el pasado 22 de abril de 2016, Corea del Norte firmó y se comprometió a cumplir los acuerdos a los que había llegado la comunidad internacional respecto a este tema. Al conocerse la decisión de la administración Trump de retirarse en plena cumbre, el representante norcoreano tildó este acto de ser “el colmo del egoísmo que busca sólo su propio bienestar a costa de todo el planeta”.

Glyn Ford, antiguo miembro del Parlamento Europeo por el Partido Laborista de Reino Unido, comentó que tuvo varias conversaciones con altos directivos norcoreanos que le mostraron su interés por aprender más sobre la fuerza de las mareas y poder obtener energía a través de ellas. Gracias a estos contactos varios científicos norcoreanos pudieron relacionarse con otros expertos e ingenieros extranjeros para el aprendizaje de estas innovaciones tecnológicas. Cabe destacar que Corea del Norte ya tiene una central mareomotriz en la ciudad de Nampo, construida en 1986.

Durante la última reunión de abril de 2018 entre Kim Jong Un y su homólogo surcoreano Moon Jae In se acordó un plan para, en caso de mejorar las relaciones, construir varias plantas de ciclos combinados y termoeléctricas de carbón en el polígono industrial intercoreano de Kaesong con la finalidad de suministrar energía de la forma más limpia posible a toda la península de Corea.

 

Publicado en el nº2 de la revista Saenal

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