No hay país occidental que no haya tenido escándalos sexistas por diversas campañas publicitarias. De hecho, en la publicidad, la mujer suele ocupar roles secundarios (atender labores del hogar, cuidado de mayores, etc) o es mostrada como un reclamo de venta, cosificando su cuerpo. Mientras, el hombre, es representado realizando actividades de conducción, de aventura, de trabajo… ¿Se mostrarían en la RPDC esta sexualización y roles machistas sobre las mujeres?
Para este ensayo, Saenal analizó una muestra de hasta 144 campañas propagandísticas (políticas) y 30 campañas publicitarias (comerciales) con un total de 2 horas y 12 minutos de duración, en busca de rasgos sexistas o machistas en la publicidad de Corea del Norte. La publicidad aquí analizada constó de anuncios televisivos con diferentes temáticas (automóviles, ordenadores, móviles, complejo Masikryong…), mientras que la propaganda constó de 142 carteles y dos videos (sobre fomento de investigación, reclutamiento militar, etc).
En ambas campañas se representaron un total de 2961 personas, de las cuales 1574 eran mujeres (53%).
No se encontró ningún anuncio o cartel donde el hombre o la mujer mostrase su cuerpo, o los atributos del mismo, de forma claramente sexualizada. Sin embargo, en un anuncio de automóvil y en otro de telefonía móvil, aparecían hasta tres mujeres (0.19% del total) jóvenes y presumiblemente atractivas, ataviadas con el traje típico femenino (Joseonot), pudiendo ser un ligero reclamo de venta. En escenas posteriores del anuncio de automóviles, aparece también un hombre joven conduciendo. Estos dos casos serían la única sospecha de “cosificación” en la muestra analizada.
En cuanto a los roles asignados en los anuncios a cada sexo, en el caso de la publicidad comercial se observan diferentes hechos negativos y positivos: prácticamente la mitad de las personas representadas en roles de dirección (47.8%) fueron mujeres, aunque en los roles técnicos (ensamblaje de piezas o explicación de algún producto), fueron mostrados más hombres que mujeres (69.9% de hombres). En el caso de algún anuncio en particular, como uno de los anuncios de ordenadores, solamente se mostraron hombres.
El número de mujeres mostradas en actividades de disfrute o de ocio fue ligeramente superior al número de hombres (58.1%), siendo también superior el número de mujeres mostradas bebiendo cerveza o bebidas alcohólicas (56.01%). Como curiosidad, existió un número muy superior de mujeres representadas disfrutando de la comida (81 mujeres o un 72.3%), mientras que se observó un número similar de hombres y mujeres cocinando (9 hombres y 8 mujeres).
Las mujeres y hombres mostrados realizando deportes intensos (rol erróneamente asociado a los hombres) estaban bastante equilibrados, siendo un 50.7% de hombres (212 personas) y un 49.7% de mujeres (210 personas). Sin embargo, en los juegos de “bar” (billar o cartas), aparecerían menos mujeres que hombres (4 mujeres de 18), aunque también tendrían cierta representación.
De forma negativa, se observa que la gran mayoría de las personas mostradas en actividades de servicio (camareros o recepcionistas) son mujeres (90.3%), quizás siendo un reflejo de la sociedad, en la cual la mayoría de trabajadores de cara al público son de sexo femenino.
En cuanto a la propaganda política, se observa que el número de militares hombres representados (80.2%) es superior al de mujeres (19.8%), aunque estas también tendrían cierta representación. En cuanto a los roles de militares de alto o medio cargo, la mujer quedaría algo mejor representada que como soldado raso, situándose en un 35.3% de las personas mostradas. En el rol agrario o de actividades forestales la mujer tendría una mayor representación que el hombre (66.6%), mientras que las mujeres mostradas en ejercicio de investigación o en un trabajo académico superarían ligeramente a los hombres (53.3%), aunque de nuevo en un rol técnico, las mujeres estarían vagamente representadas con un 10.7%.
Aún existe bastante trabajo por hacer en materia de igualdad de sexos, sin embargo, como se ha podido ver, algunos de los aspectos de roles de género o de aparición social de la mujer tendrían un equilibrio mayor en la RPD de Corea que en muchos países occidentales.