La República Popular Democrática de Corea es uno de los países más sancionados del mundo. Estas contramedidas y sanciones se extienden a distintos sectores, como el energético, textil, o incluso, el alimentario; y provienen tanto de países, como Reino Unido, Australia, Japón, o Estados Unidos, así como de organizaciones internacionales, como la Unión Europea o las propias Naciones Unidas.

Para resolver la pregunta que da título a este artículo, podemos hacernos otra pregunta: ¿por qué existen estas contramedidas y sanciones? Estas están motivadas, principalmente, por tres razones: su programa nuclear, sus ejercicios militares, y su programa espacial. Si bien las contramedidas adoptadas por distintos países no tienen mucha influencia en el día a día de los norcoreanos, lo cierto es que las sanciones impuestas por las Naciones Unidas sí les privan de muchos bienes y productos de gran importancia, afectando así a su calidad y condiciones de vida.

Las más conocidas son las relativas a su programa nuclear, como la Resolución 1718. No obstante, lo cierto es que la RPDC no es el único país del mundo con programas nucleares. Analizando los datos, podemos ver que Estados Unidos cuenta con 5.800 ojivas nucleares, mientras que Rusia cuenta con 6.375. Mientras tanto, Corea del Norte tiene un arsenal de 45.

En lo que respecta a los ensayos nucleares, la RPDC ha llevado a cabo 6, frente a los 1.032 realizados por Estados Unidos, los 88 de Reino Unido, o los 217 ensayos de Francia.

Partiendo de estos datos, ¿por qué debe ser Corea del Norte sancionada, habiendo otros países con un arsenal balístico mayor, así como con un historial de ensayos nucleares mucho más extenso? Porque recordemos, estos Estados no han abandonado sus programas nucleares, y sus armas están preparadas para ser usadas en cualquier momento.

En lo que respecta a los ejercicios militares podemos mencionar la Resolución 2397 de las Naciones Unidas, que fue una respuesta de la organización internacional a la prueba balística realizada del misil Hwasong-15, en 2017. A modo de ejemplo, este año, Corea del Sur también hizo una prueba balística de su nuevo misil, el Hyunmoo IV-4, lanzado desde un submarino. El año
pasado, también. Y el anterior, igual. Francia, en el año 2021, realizaba pruebas de misiles balísticos que cruzaban el Golfo de Vizcaya a escasos 80 Kilómetros de la costa española, sin reacción de la comunidad nacional ni más cobertura periodística que la de los misiles norcoreanos.

Los ejércitos profesionales de todo el mundo realizan este tipo de pruebas, pero en estos casos el Consejo de Seguridad de NNUU no ha visto una amenaza para la paz y la seguridad internacionales. Ante dos acciones iguales, pero llevadas a cabo por distintos países, resulta contradictoria la opinión del Consejo de Seguridad. Lo cual evidencia cómo este órgano de las NNUU actúa con fines políticos, más que en pos de los fines propios de la organización de la que forma parte. Parece apuntar más el país que realiza la acción, que la acción en sí.

Con todo ello, las sanciones impuestas a Corea del Norte no acaban aquí. La Resolución 2087 sancionó al país por el lanzamiento de un satélite al espacio con fines científicos. Igual que en los casos anteriores, son muchos los Estados que han puesto en órbita satélites. Incluso empresas privadas lo han hecho. Es más, una de ellas, SpaceX, ha anunciado la colaboración con Corea del Sur para enviar un satélite militar espía al espacio. Todo ello sin respuesta negativa por parte de las Naciones Unidas, ni tampoco de otros países. Por lo tanto, ¿por qué una tan distinta vara de medir cuando se trata de la RPDC?.

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