Detrás de la difamación occidental se encuentran intereses de ocultamiento de la realidad del sistema político y social presente en la RPDC. Si bien en artículos anteriores se analizó la metodología con la que son calculados algunos indicadores sociales para el caso de Corea del Norte, en este artículo se tratará de explicar por qué esos índices son erróneos.

En el número 4 del mes de junio de 2021, os hemos hablado sobre la veracidad de algunos indicadores sociales comúnmente utilizados para analizar la situación en la RPDC. En este artículo se explicará la posición política e ideológica de la RPDC con respecto a la temática de cada indicador.

Como se dijo en el número 4 de Saenal, el indicador de democracia propuesto por The Economist, sitúa a Corea del Norte en el último puesto (167°) del ranking mundial. Saenal analizó el caso específico de la RPDC de acuerdo a la metodología propuesta por el diario The Economist y de acuerdo a la constitución y leyes electorales norcoreanas, las cuales se explican a continuación.

El proceso electoral en la RPD de Corea, aunque complejo, lleva una participación ciudadana más constante que los procesos electorales occidentales. En primer lugar, la pluralidad de la asamblea está garantizada al existir 3 partidos mayoritarios (Partido del Trabajo de Corea, Partido Chondoista y Partido Socialdemócrata) así como diversos candidatos independientes. A su vez, la asamblea se constituye por otros grupos con una representación mínima y continua. Estos actores sociales forman parte de la Asamblea Popular Suprema (APS) con miras a tomar decisiones generales y tener una representación y una participación política efectiva. Los grupos son: la Cruz Roja coreana, la Unión de Mujeres Socialistas (asociación de mujeres feministas) y la Chongryon (representación de los coreanos en territorio japonés).

Los comicios generales, como tal, no se celebran durante un único día cada cuatro años, como en gran parte de occidente

Los comicios generales, como tal, no se celebran durante un único día cada cuatro años como en gran parte de occidente. Los candidatos y partidos van siendo evaluados en niveles locales (fábricas, barrios, cooperativas), descartándose los candidatos según el apoyo popular.

El día de las votaciones generales, los candidatos de cada partido han sido “depurados” y se ratifica o invalida la papeleta del candidato que ha conseguido superar todos los procesos. De esta forma se eligen los compromisarios que conforman la Asamblea Popular Suprema. Esta forma de hacer política nada tiene que ver con lo que podría calificarse como dictadura o falta de democracia que son respetados los pilares democráticos: pluralidad, participación ciudadana e igualdad. Simplemente, se trata de otra forma de hacer democracia.

Cabe considerar, también, que una falta de democracia podría ser la presencia de un jefe de estado no elegido en las urnas. En el caso de la RPDC, el jefe de estado sí ha sido elegido a partir del proceso electoral ya comentado, mientras que países como España, Reino Unido, Tailandia o Japón presentan un sistema monárquico cuyo jefe de estado es designado por linaje.

En la RPDC, la dirección del país está dividida entre el Jefe de Estado (Choe Ryong Hae), el Primer Ministro (Kim Tok Hun) y el Secretario General del Comité Central (Kim Jong Un). Por tanto, incorrectamente se suele pensar que la dirección principal ha sido siempre ocupada por la misma familia (Kim Il Sung, Kim Jong Il y Kim Jong Un), olvidando que en realidad hasta 26 personalidades distintas han ocupado dichos cargos.

Otro aspecto que justifica la independencia política es la inexistencia de la influencia de organismos supranacionales, tales como el Fondo Monetario Internacional, o bancos centrales extranjeros, quienes (por ejemplo en algunos países europeos) han determinado medidas de recortes del sector público, en detrimento del bienestar ciudadano.

Considerándose estos aspectos, la metodología propuesta por The Economist (un formulario de evaluación muy detallado sobre la situación del país), necesitaría una urgente revisión. Para ello, se realizó una nueva evaluación factor por factor, la cual obtuvo una puntuación de 46/60 puntos, con una nueva posición en el puesto 35 (de 167 paises). Dichas puntuaciones fueron ya comentadas en el anterior número, sin embargo al final de este artículo adjuntamos un enlace en el que poder revisar la puntuación otorgada para cada aspecto de la metodología del Índice de Democracia.

La Libertad de Prensa sería uno de los derechos fundamentales recogidos en la Constitución Socialista de la RPDC (Artículo 67) existiendo, también, diferentes medios de comunicación que aseguran la pluralidad. Sin embargo, ninguno de estos medios está en manos privadas, lo cual no indicaría una falta de pluralidad ni de libertad.

Es sabido que un medio de comunicación controlado por una empresa privada, no mostrará la opinión pública real, sino más bien la opinión pública del grupo o dueño de ese medio de comunicación. Muchos ejemplos en Europa y América corroboran este hecho con medios de comunicación poniéndose de parte de las grandes empresas y bancos, mientras criminalizan a la clase obrera o movimientos sociales. ¿Es este modelo de prensa más libre que un modelo público?

Corea del Norte, como es sabido, tiene un sistema político influido por el marxismo. Si se revisa la opinión de los grandes marxistas acerca de la Libertad de Prensa se observan ciertos rasgos comunes. Por ejemplo, Antonio Gramsci, consideraba que “Decir la verdad es revolucionario” y que “la prensa debe ser el principal medio para ejercer la crítica, siendo el periódico del partido el canal de difusión de las reivindicaciones populares”.

 Oficiales de policía desarmados., uno de los mismos portando
   un perro de seguridad.

Karl Marx, definía que bajo la libertad de prensa se deben tratar todos los temas sin excepción ya que la prensa tiene la función de dar a conocer la realidad social. Marx consideraba que la libertad de prensa es la expresión del espíritu del pueblo y que los medios deben fomentar la transformación social. Sin embargo, Marx era consciente de que los medios de comunicación del momento eran los legitimadores de las ideas de la clase dominante, la burguesía; y que quienes poseían los medios de producción, también poseían los medios de comunicación.

Respecto a estas visiones, un medio de comunicación privado difícilmente cumpliría con los requisitos de la libertad de prensa, ya que siempre están supeditados a la influencia de los accionistas mayoritarios. Como es posible observar, la mayor parte de opiniones de la prensa occidental, carecen de crítica hacia el sistema ni de pluralidad, estando acogidas a una serie de dogmas donde solo con mencionar un país y un adjetivo (por ejemplo Corea del Norte y dictadura) se hace referencia a toda una serie de hechos no probados pero aceptados por el constante “bombardeo” de opiniones.

La prensa occidental carece de libertad para expresar la opinión de la clase trabajadora, modificando, también, la opinión de dicha clase. Mientras tanto, la prensa norcoreana, sí sería más crítica, sí tendría una función transformadora en la sociedad y sí sería esa “expresión del pueblo” que Marx puntualizaba.

Respecto a la corrupción, estaría contemplada dentro del código penal norcoreano (del cual en un futuro haremos un artículo concreto). Es verdad que el gobierno de la RPDC ha admitido la existencia de cierta corrupción entre algunos cargos tomando medidas de destitución inmediata y en algunas ocasiones más graves tomando medidas de prisión.

En cuanto a la criminalidad, ya se ha demostrado en el anterior artículo la poca fiabilidad del indicador. Demostrar la baja criminalidad en la República Popular sería una tarea difícil, sin embargo, contemplando las imágenes y videos que hay en internet, cualquier persona podría darse cuenta de una característica importante: en Corea del Norte no se observa la excesiva presencia de fuerzas de seguridad en las calles. Comparando con países tales como Colombia, México o Estados Unidos de América (donde la policía va fuertemente armada o incluso el ejército está desplegado en las ciudades), las calles norcoreanas tienen pocos efectivos policiales. Sí es posible observar uniformados militares, aunque no en forma de patrulla, sino más bien en desplazamiento a sus puestos de trabajo, pues colaboran en construcciones, hospitales, brigadas de incendios, etc. En caso de que existiera una gran inseguridad en las ciudades norcoreanas, cabría esperar más presencia de las fuerzas de seguridad.

Estas han sido algunas explicaciones básicas de los temas tratados por los indicadores sociales que hablan de Corea del Norte. Es posible que la realidad no sea ni blanca ni negra, pero por supuesto, nunca se acercará a la retórica cerrada de los medios de comunicación occidentales.

Indicador de Democracia

 

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