En la República Popular Democrática de Corea la religión está tolerada y se permite su práctica, pero no está permitido que se use la religión como arma contra el orden del país (establecido en al artículo 68 de la Constitución Socialista).

Están permitidas las religiones con arraigo en la cultura e historia coreana, independientemente de si son animistas, politeístas, monoteístas, etc.

Templo Kwangbop en el Monte Taesong

Dentro de las religiones tradicionales coreanas destaca el chondoismo, que se podría traducir por “religión de la vida celestial”. Es la religión con más creyentes, incluso hay un partido llamado Partido Chondoista que tiene representantes tanto en la Asamblea Popular Suprema como en diferentes Asambleas Populares locales. Esta religión propia coreana surgió a principios del siglo XIX dentro del marco de las revueltas campesinas en la época de la dinastía Joseon. Considera que la divinidad está presente en cada objeto existente y que cada creyente tiene que ir poco a poco descubriendo su camino. Es, por tanto, una religión monoteísta (un solo Dios) y panteísta (Dios está presente en todas las cosas existentes).

Otra religión de carácter propio coreano es el chamanismo que tiene una fuerte vinculación con la naturaleza, ya que considera que todos los seres vivos existentes, ya sean animales o plantas, así como otros aspectos naturales como el viento o el día tienen espíritu. Sin embargo, el animismo a día de hoy tiene un carácter residual en la sociedad presente, por ejemplo, en algunos aspectos de las celebraciones acordes con el calendario lunar. Este chamanismo tiene muchas similitudes con el practicado en China.

El budismo es una religión con una difusión importante en la RPDC. Existen bastantes templos budistas, tanto de la rama Theravada como Mahayana. Ambas intentan superar el ciclo de la reencarnación y del sufrimiento. Los monasterios de ambas ramas están abiertos a los visitantes al país, que se sorprenden por el fuerte componente espiritual presente en ellos sin estar alejados de la realidad del día a día.

Catedral Changchung en Pyongyang

El cristianismo está presente en varías de sus ramas. La rama católica romana es la más numerosa. Los primeros cristianos en Corea llegaron a finales del siglo XVIII. Los escritos del jesuita italiano Mateo Ricci tuvieron bastante popularidad en dicho momento. Como curiosidad, el primer coreano fue bautizado en Pekín en aquella época. Destaca la catedral de Changchung (llamada así por el barrio en que se encuentra en Pyongyang) situada en el mismo lugar de la antigua catedral que fue destruida por las fuerzas estadounidenses en la Guerra de Corea. Cabe señalar que en su momento Pyongyang era la ciudad con mayor número de cristianos presentes en toda Corea.

Otra rama del cristianismo con raigambre en la RPDC es la católica ortodoxa, la cual sigue el mandato metropolitano ruso. Muy influida por las buenas relaciones diplomáticas con Rusia, es bastante activa. La catedral ortodoxa fue construida a principios del siglo XXI, con el impulso por el viaje realizado por Kim Jong Il al extremo oriente ruso en 2002. Los oficiantes son norcoreanos que estudiaron teología en Moscú.

También existen congregaciones evangélicas, lo que comúnmente se llama protestantes, que es la rama del cristianismo con menos adeptos. Sin embargo, es un cristianismo muy activo. Se han registrado visitas de pastores evangélicos para predicar en el país, incluso han llegado a hacerlo en la Universidad Kim Il Sung de Pyongyang.

El Estado se ocupa de que los fieles de cada religión tengan sus lugares de reunión y puedan practicar sus ritos sin molestar ni ser molestados. Así, por ejemplo, cada año se celebra la Navidad tanto en la Catedral Católica de Pyongyang como en la Ortodoxa situada también en la capital de la República, y también se lleva a cabo la celebración chondoista del Día del Cielo.

Aunque la religión musulmana no es una religión con arraigo en la RPDC, sí existe una mezquita en el país llamada ar-Rahman, que está situada en las cercanías de la embajada de la República Islámica de Irán. A ella suelen asistir miembros de delegaciones diplomáticas, aunque está abierta a todo visitante que se acerque a ella con intención de usarla como edificio religioso.

 

Artículo publicado en el nº1 de la revista Saenal

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